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La adolescencia es una etapa que conlleva muchos desafíos, pero pasar por todos esos cambios físicos y emocionales no sólo bajo la mirada del público, sino con el peso de saber que tu futuro será llevar las riendas de una monarquía, hace que todo sea aún más difícil. Es el caso de Leonor de Borbón, princesa de Asturias y primera en la línea de sucesión al trono de España, y también de su hermana, la infanta Sofía. Sigue leyendo para descubrir qué medidas estrictas han tomado el rey Felipe VI y Letizia para ayudar a sus hijas a afrontar sus responsabilidades, incluido el apoyo externo.

la próxima reina

Desde que nació en 2005, el mundo sabe que Leonor será la futura reina de España. Primogénita de la Casa de Borbón, comenzó su preparación desde muy pequeña con clases de oratoria, expresión, protocolo y una carrera académica que ha incluido el Bachillerato Internacional en el internado británico UWC Atlantic College de Gales. Luego de graduarse, ingresó a la Academia General Militar en 2023, ya que como reina tendrá también el mando supremo de las Fuerzas Armadas. Al año siguiente ingresó en la Academia Naval y su formación militar finalizará en 2026, en la Academia General del Aire y el Espacio. Todo ello, mientras asiste y pronuncia discursos en actos públicos tanto en nombre propio como acompañando a sus padres.

Un poco menos de presión

En el caso de Sofía, nacida en 2007, los reyes se han asegurado de que reciba las mismas oportunidades que su hermana, aunque la presión sobre ella es menor, ya que es poco probable que ostente la corona (en el momento en que Leonor tenga su primer hijo o hija, su posición en la línea sucesoria bajará). También realizó el Bachillerato Internacional en UWC Atlantic College, del cual se graduó en 2025, y optó por no recibir entrenamiento militar. En cambio, comenzó a estudiar Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en el Forward College de la Universidad de Londres. Por supuesto, también acompaña a su familia a eventos públicos y se sabe que es un gran apoyo para su hermana Leonor en todas sus actividades.

Medidas estrictas

Una de las cosas que el público ha criticado de la reina Letizia es lo estricta que aparentemente puede ser con todo lo relacionado con sus hijas. Bien conocido fue el punto muerto que tuvo en 2018 con su suegra, la reina emérita Sofía, en la catedral de Palma de Mallorca, cuando le impidió hacerse una foto con Leonor y Sofía porque no lo había aprobado. Letizia controla la imagen pública y el comportamiento de las princesas, las ha hecho tomar clases de oratoria y lenguaje, las ha educado para comer sano y, hasta donde se sabe, no les permite salir de fiesta como hacen otras niñas de su edad. Todo ello, con el fin de protegerles y prepararles para su futuro como rostros de la Casa Real de España.

Terapia necesaria

Pese a parecer una madre "dura", Letizia y Felipe VI saben que todas esas responsabilidades han recaído sobre sus hijas sin que ellas lo hayan pedido. Por ello, y según confirman varias fuentes cercanas a la realeza, la reina consorte considera que sus hijas necesitan ayuda profesional para aprender herramientas que les permitan afrontar este tipo de vida: Leonor acude a terapia psicológica desde los 6 años, mientras que Sofía, al tener una carga algo menor que su hermana, empezó a los 10 años. En el caso de Leonor, el objetivo de Letizia es que los profesionales de la salud mental la ayuden a afrontar las exigencias de su papel, mientras que para Sofía, las sesiones intentan que la infanta no tenga problemas con “ser de segunda” y que mantenga su personalidad alegre.