≡ ¿Discutes? Siete señales de cuerpo que te dicen que estás en el límite》 su belleza
Si estás peleando con tu amor y de repente te tensas y tu pulso se acelera, es hora de parar y respirar.
Las discusiones de pareja son prácticamente inevitables, porque es normal para algún punto, o en varios, de la relación, se presentan diferencias. El problema puede surgir cuando estos debates se convierten en historias y se convierten en peleas tormentadas que pueden dejar lesiones incurables. En medio de una disputa en la que ambas partes creen que tienen razón, hay algo que nos ayuda a darnos cuenta de que estamos en el límite: nuestro cuerpo. Si aprendemos a escucharlo, podemos tener un poco más de control sobre nuestras respuestas y buscar calmarnos para encontrar una solución. Le traemos siete señales a las que debe prestar atención para ayudarlo cuando lo necesite.
Pulso cardíaco acelerado
Emociones como la ira, el miedo y la ansiedad que pueden estar presentes en una pelea, desencadenan una respuesta que hace que el cuerpo ingrese alerta, lo que algunos expertos llaman "pelear o huir", o supervivencia. Esto ocurre porque su cerebro registra la discusión como una amenaza, ordenando a las glándulas suprarrenales que liberen adrenalina y cortisol, hormonas del estrés. Por lo tanto, su frecuencia cardíaca, presión arterial y respiración aumentan. Si durante la pelea sientes que, en lugar de hablar, acabas de tener un kilómetro, esta es una señal de que debes detener, respirar y volver a un estado de calma antes de que todo salga de tu control.
Mejillas rojas y sudoración
Otro efecto del cortisol y la adrenalina que atraviesa su cuerpo mientras discute con su mitad naranja es el aumento de la temperatura de su cuerpo, lo que puede hacer que comience a perseguir como si hiciera los deportes. Dado que el flujo sanguíneo también se ve afectado, es probable que sienta que se sonroja o que su cara se calienta, o incluso se siente fría y pegajosa con las manos a través del sudor. Esta es la forma del cuerpo de autoregulación y manejo del estrés, lo que hace que sus glándulas sudoríferas se "refrescen". Parece un termostato interno que le advierte que las cosas se están calentando más allá de lo que puede ser cómodo o saludable. Siéntese, respire y (si es posible) permítete unos minutos para calmarte.
Memoria afectada
Esta es una de las señales que podrían traer más problemas en medio de una discusión. En algunos casos, las experiencias estresantes pueden alterar la memoria. Esto puede traducir que sus recuerdos pueden ser muy claros o vívidos (lo que en realidad puede ayudar a encontrar una solución) o que, por el contrario, están completamente distorsionadas o borradas. Cuando ocurre esto último, puede encontrarse discutiendo por cosas que no sucedieron como cree que sucedieron, lo que genera aún más tensión con su pareja. Si siente que su memoria le está fallando debido a la ira y está ignorando los detalles importantes, es mejor tomarse el tiempo solo para ordenar sus pensamientos y tener los hechos claros.
Tembling Voice, agudo o subido de tono
Comenzando a levantar la voz o gritar sin darse cuenta de que es una de las señales más claras de que la discusión se está volviendo insostenible. Esta es una respuesta natural a las emociones fuertes: sus cuerdas vocales y sus diafragma están siendo afectados por la tensión en el cuerpo. Esto también se ve en un tono de voz más agudo de lo normal o en una voz más temblorosa, afectando su discurso. Cuando te escuchas hablando así, sabes que tienes que buscar la calma. Los gritos no son una buena forma de comunicación y muchas veces lo único que hacen, además de hacer que su garganta se lastime más tarde, es generar una respuesta similar de su pareja y, por lo tanto, es muy difícil llegar a los acuerdos de manera asertiva.
Sensibilidad al estómago
Si usted es una de las personas que sufren de sensibilidad al estómago, también habrá notado que esas mariposas que siente cuando está con su pareja parecen convertirse en un enjambre de avispas cuando la discusión se vuelve alta. Se muestra que hay una conexión entre el cerebro y el intestino que hace que las emociones afecten las vísceras al quedarse con poco flujo sanguíneo. Recuerde, cuando esté en ese estado de alarma que explicamos en el primer punto, su sangre entera va al cerebro y a los músculos para prepararse para la pelea, lo que hace que su estómago se quede, digamos "vacía". Esto causa espasmos o giros bien conocidos. Hay quienes incluso sufren náuseas o incluso diarrea. Si te sientes así cuando peleas, es una señal de que tu estrés está en las nubes.
Reacciones inesperadas
Cuando el nivel de ira, estrés o ansiedad es demasiado alto para manejarlo, es probable que sus emociones se desborden de manera inesperada. ¿Has escuchado anécdotas de personas que no dejan de reírse de los funerales? Esta es la razón, y puede suceder que en medio de su pelea con sus estadísticas de Amorcito en la risa en el peor momento. O, en el otro extremo, que comienzas a llorar sin control. Ambas reacciones son naturales. La risa es una forma que el cerebro tiene que liberar el estrés y el llanto es un mecanismo para la defensa del cuerpo a las emociones negativas. Si te sucede algo así, significa que has alcanzado un punto extremo y debes buscar la calma.
Tensión corporal
Quizás la señal más común de que su ira se encuentra al límite es: puños y cuellos tensos, mandíbula apretada, hombros hacia arriba ... Si siente que su cuerpo está a punto de petrificar, está al borde de sus nervios. Es una reacción natural porque su cerebro asocia las discusiones con la confrontación física, por lo que busca prepararse para convertirse en una "armadura" para que no dañe sus órganos. Si no lo contrarresta rápidamente, es probable que luego sienta las secuelas (músculo o dolores de cabeza) hasta varios días después. Para conversar, respirar, estirar o dar una pequeña caminata para ser tú de nuevo.