Alimentos para evitar y reducir los riesgos de cáncer intestinal
El cáncer de intestino es una condición que se puede evitar en algunas formas. Vea qué alimentos puede evitar para prevenir la enfermedad.
El cáncer de intestino, también llamado cáncer colorrectal, es una enfermedad donde las células de colon o recto crecen con mutaciones. Estas células pueden formar pólipos que a su vez pueden convertirse en cáncer. Existen varios factores de riesgo para el desarrollo de esta afección, y aunque algunos de ellos no pueden cambiarse, como los antecedentes familiares y la edad del paciente, otros pueden, y este es el caso de los alimentos.
Aquí hay una lista de alimentos que pueden aumentar el riesgo de cáncer de intestino y que puede reducir el consumo para prevenir la enfermedad:
- Carnes rojas (como carne de res, cerdo, carnero o hígado)
- Carnes procesadas (como jamón, salchichas, mortadela o salami)
- Bebidas endulzadas (como jugos industrializados y refrescos)
- Bebidas alcohólicas
Además, se recomienda mantener una dieta equilibrada rica en alimentos mínimamente procesados y de fibra, con énfasis en frutas, verduras y granos integrales. Mantener buenos niveles de vitamina D en la sangre y dejar de fumar también puede protegerlo del cáncer colorrectal. Finalmente, mantenga un peso saludable y realice una actividad física moderada o vigorosa ayuda para prevenir la enfermedad.
Factores de riesgo
Además de estos factores de riesgo que se pueden cambiar con los cambios en el estilo de vida para reducir las posibilidades de desarrollar cáncer colorrectal, hay aquellos que no están controlados pero deben tenerse en cuenta. Un ejemplo es la edad, a medida que pasan los años, mayores son las posibilidades de desarrollar la enfermedad. Los adultos jóvenes pueden tener cáncer intestinal, pero es mucho más común después de los 50 años.
Tener antecedentes de pólipos o cáncer de colon también aumenta el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Esto es más allá cuando los pólipos son grandes o numerosos. Una historia de cáncer, incluso si se ha eliminado completamente quirúrgicamente, puede contribuir al desarrollo de nuevos tumores en otras partes del intestino.
Las personas con diabetes tipo 2 tienen más probabilidades de desarrollar cáncer colorrectal, ya que ambas afecciones tienen factores de riesgo comunes (como sobrepeso y la inactividad física). Las enfermedades inflamatorias en el intestino, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, aumentan el riesgo de desarrollo de cáncer intestinal. Finalmente, más factores de riesgo que no se pueden controlar son antecedentes familiares de pólipos, cáncer o enfermedades inflamatorias intestinales.
Síntomas
Uno de los principales síntomas del cáncer de intestino son los cambios en el hábito intestinal, es decir, cuando la persona tiene muchos episodios de estreñimiento y diarrea, o cuando la consistencia de las heces varía mucho. Un signo más que puede indicar la condición es el sangrado en el recto o la sangre en las heces.
Sentir que el intestino no se está vaciando por completo cuando va al baño y tener una sensación constante de incomodidad abdominal también puede indicar que hay algún problema con la región. Sin embargo, incluso si es importante hacer una cita médica en presencia de estos síntomas, es importante tener en cuenta que pueden surgir por otras razones, como las enfermedades inflamatorias.
Tratamiento
El tratamiento del cáncer colorrectal depende de varios factores, como la evolución de la enfermedad, el tamaño y la ubicación del tumor. Algunos de los métodos que se pueden usar son lugares, como cirugía y radioterapia, y sistémicos, como quimioterapia e inmunoterapia. Estos métodos generalmente se combinan para un tratamiento más efectivo y una erradicación completa del cáncer.
En situaciones en las que el cáncer está muy avanzado y se ha extendido a otros órganos y tejidos, como el hígado, la cirugía se puede combinar para eliminar algunas áreas de cáncer y quimioterapia, para reducir el tamaño del tumor y evitar que se propagen más. En estos casos, los médicos también pueden sugerir radioterapia para aliviar los síntomas de la enfermedad, como el dolor.