10 razones por las cuales un ultimátum destruye tu relación

Las relaciones son todas sobre el respeto y la confianza, y la emisión de un ultimátum es la forma más rápida de destruir a todas las cosas buenas. Un ultimátum es cuando usted fuerza o exige que alguien haga cosas en sus términos, dándoles la opción de ir con su decisión, o dejar la relación.


Las relaciones son todas sobre el respeto y la confianza, y la emisión de un ultimátum es la forma más rápida de destruir a todas las cosas buenas. Un ultimátum es cuando usted fuerza o exige que alguien haga cosas en sus términos, dándoles la opción de ir con su decisión, o dejar la relación.

Si bien hay razones lógicas definitivas de que las personas deciden exigir estos términos, es una forma poco saludable y tóxica de manejar sus relaciones. No dejes que tu pequeña lucha contra el fuego enormes, los eventos que cambian la vida, puede arrepentirse. Aquí está por qué hablar, siempre es mejor que un ultimátum.

1. malinterpretarlo como algo bueno

Los ultimátumos a veces son romantizados o vistos como algo bueno. A menudo, nos enseñan que repartir sus "amortiguadores" es una forma de defenderse y sus deseos. Sin embargo, en realidad es una forma egoísta y terrible de comunicación.

2. El desequilibrio de poder es peligroso.

Los juegos de poder son la forma más rápida de arruinar una relación. Una lucha por los desequilibrios de poder a dos personas, y siempre necesita concentrarse en la igualdad en su relación. Cuando las personas sienten que el poder se está tomando de ellos, su ego solo puede manejar tanto rechazo y falta de respeto.

3. Comienza un matrimonio en el pie equivocado.

Negociar con su pareja y conocerlos a mitad de camino es la base de una relación sana y feliz. El matrimonio lleva muchas emociones para las personas, y algunas están más listas que otras para sumergirse en ese hito. Si propone un compromiso al servir una demanda, se necesita una unión normalmente alegre y la convierte en un ataque lleno de presión si alguien no está listo.

4. Animan la forma equivocada de luchar.

Mientras que el compromiso y los ultimáticos de matrimonio son definitivamente algunos de los más comunes, hay situaciones en áreas más grises, que esquan a alguien para hacer demandas. Si un compañero no está siendo tan íntimo como desee, o que sufre de una adicción a algún tipo, recuerde que no debe ponerse a la defensiva ni a gritar. En su lugar, mantenga un estado de ánimo tranquilo y trate de mantener una mente abierta!

5. No se animan a sí mismo.-reflexión

Ser introspectivo toma trabajo y nos obliga a ser responsables de nuestras propias acciones. Es difícil ver la verdad a veces, pero reflexionar sobre nuestros pensamientos y opciones es una buena manera de averiguar por qué algo nos desencadena tanto. Por ejemplo, hágase una serie de preguntas. ¿Por qué es importante un pedazo de papel para indicar su relación? ¿Debe ser su camino o la carretera, o hay otras opciones disponibles?

6. Le permiten mantener su concha en lugar de ser vulnerable.

Sirviendo dos opciones drásticas es una forma segura de mantener las paredes. Proteger a nosotros mismos es natural, pero si queremos acercarnos a nuestro pareja, también tenemos que dejarlos en los aspectos imperfectos también. Revelar su debilidad e inseguridad tiene fuerza, y aprender a expresar sus emociones entre sí es una de las mejores habilidades que puede tener.

7. Se reproducen el resentimiento.

¡Incluso si la otra persona acepta a regañadientes un ultimátum, eso no significa que quieran hacerlo! No quieren la alternativa de perderte, y como resultado, podría comprometerse con algo que realmente no quieren. ¿Por qué forzar un matrimonio si solo conducirá a un futuro divorcio? Escuchar las necesidades de cada uno es vital: si no está en la misma página, la persona que la piel se mantendrá en rencor que crece y crece dentro.

8. Son manipuladores.

Manipular a alguien es lo peor que puedes hacer. El trampa es una forma de infidelidad y manipulación, pero también lo son los ultimátumos. Si alguien hace esto, es el signo final de cruzar los límites, y presenta una bandera roja para futuras situaciones y conversaciones graves. En un caso como este, los ultimátumos se sirven con frecuencia junto a los viajes de culpa. Ambas son tácticas de control.

9. No hay unión involucrada

Luchar por los temas graves nunca es divertido, pero a menudo, hay una luz al final del túnel. Argumentando de manera proactiva (manteniéndole su fresco, explicando su perspectiva con sinceridad) puede conectarlo y hacerlo más fuerte que nunca como pareja. Pero no hay posibilidad de vincularse cuando está estableciendo demandas injustas.

10. Son un signo de impaciencia.

La paciencia no es una virtud en todos nosotros, pero es importante que intentemos entender que no todo puede suceder en nuestro tiempo. En una relación, tienes que compartir el foco. No se trata de una persona. ¡Como individuo, deberías ser tu principal prioridad! Enfocarse en otra persona no solo es impaciente: es una señal de que está desviando sus propios problemas.


Categories: Relaciones
Tags: amor
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