Anna Koshmal después de “Matchmakers”: dos hijos, una nueva vida y renuncia a los vínculos con Rusia
Anna Koshmal hace tiempo que dejó de ser simplemente "la misma Zhenya" del culto "Matchmakers". Hoy es una actriz madura, fuerte y sincera, para quien el escenario y la cámara no son sólo un trabajo, sino una manera de hablarle al mundo.
Anna Koshmal hace tiempo que dejó de ser simplemente "la misma Zhenya" del culto "Matchmakers". Hoy es una actriz madura, fuerte y sincera, para quien el escenario y la cámara no son sólo un trabajo, sino una manera de hablarle al mundo. Anna cumplió recientemente 40 años y su historia es un ejemplo de cómo puedes seguir siendo tú mismo, incluso cuando tu vida habitual se desmorona a tu alrededor.

Anna nació en Kiev, en una familia normal: su padre es militar y su madre es profesora. Desde pequeña, la niña tenía ansias de subir al escenario: cantaba, bailaba y participaba en conciertos escolares. Más tarde ingresó en la Universidad de Cultura y Artes de Kiev y se sumergió de lleno en el mundo del teatro.
El punto de inflexión fue el papel de la rebelde Zhenya Kovaleva en "Matchmakers". Entonces ella sólo tenía dieciséis años. En el set, hay actores famosos a su lado. Vieron ante ellos a una joven sincera que aún no sabía que dentro de unos años estas mismas personas se encontrarían del lado del mal.

Después del estallido de una guerra a gran escala, Anna cortó todos los vínculos con sus colegas rusos. Honestamente admitió que fue increíblemente doloroso para ella darse cuenta de cómo aquellos a quienes respetaba justificaban los asesinatos de ucranianos.
Pero este punto no fue el final, sino el comienzo. Nightmare no desapareció de las pantallas, no huyó de su profesión. Al contrario, era como si hubiera renacido. Hoy en sus obras hay más verdad, más dolor y luz al mismo tiempo. Ella jugó en "Daddy 2", "Servant of the People", "Castle on the Sand", "Journey to Happiness". En el escenario del teatro, Anna se siente como en casa, donde cada palabra y cada mirada nace aquí y ahora, sin tomas ni montajes.


Además de su carrera, la actriz tiene su propio refugio seguro: la familia. Su marido Iván es su apoyo y retaguardia, aunque Anna prefiere no hacer públicas las cosas personales. La pareja tiene dos hijos: Mijaíl, que ya tiene siete años, y Sofía, nacida en marzo de 2025.


Hoy Anna no es sólo una actriz, sino la voz de su generación. Tiene casi un millón de seguidores en Instagram y cada palabra que dice suena sincera. Habla de guerra, de miedo, de esperanza. Comparte fotografías sin filtros, a veces con niños, a veces de los ensayos, a veces desde el camerino antes de la actuación.

Anna Koshmal es un ejemplo de cómo se puede ser famoso y seguir siendo una persona viva. Ella no busca grandes titulares, no persigue exageraciones. Simplemente hace su trabajo, honestamente, con corazón y amor por el país, que hoy lucha por el derecho a ser él mismo.
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