≡ el truco de planchado está arrastrando en las redes》 su belleza
Posiblemente es la tarea doméstica más impopular, aunque una minoría dice que lo encuentran relajante.
Posiblemente es la tarea doméstica más impopular, aunque una minoría dice que lo encuentran relajante. El hecho es que invertimos mucho tiempo y esfuerzo en esta tarea, pero eso terminará con el truco que le contamos hoy.
El verano ya está aquí y planchar puede convertirse en una pesadilla si no tiene aire acondicionado a su disposición. Por lo tanto, todos los trucos y consejos para reducir el tiempo que pasamos el hierro son realmente bienvenidos.
El consejo de un experto.
En el relato del influencer @laordenatriz, hemos podido ver un truco de hierro que se ha convertido en un fenómeno viral tanto para lo práctico como para lo simple que dará como resultado que miles de personas lo lleven.
Y no necesitamos más que unos pocos ingredientes que todos tengamos en casa para ahorrar un tiempo valioso y mucho esfuerzo al dejar nuestra ropa impecable.
Qué se necesita.
La base de este truco es medio litro de agua fría y una cucharada de maicena, algo que generalmente está presente en casi todos los hogares españoles debido a su versatilidad de cocción. Primero, los dos ingredientes se mezclan y luego se calientan sin hervir.
Para aplicar la mezcla, necesita usar un rociador, pero es muy importante usarla en dosis muy pequeñas hasta que esté acostumbrado a usar el producto, ya que, si aplica demasiado, la ropa puede estar muy cubierta.
Una vez hecho, la mezcla dura varias semanas, solo tienes que revolverla bien antes de usarla y parecerá tan recientemente elaborada.
¿Para qué tipo de ropa es?
Este truco se puede aplicar en todo tipo de prendas y tejidos, pero es especialmente útil en aquellos que necesitamos permanecer con más cuerpo, como camisas, pantalones o vestidos.
Lo esencial es rociar unas gotas de la mezcla en la prenda justo antes de plancharla. Verá cómo el hierro se desliza mucho más suavemente, además del efecto durará más.
También es muy importante sacar la ropa de la lavadora tan pronto como termine el ciclo de lavado, con esto evitaremos que las prendas salgan aún más arrugadas. Y todo el esfuerzo es pequeño si podemos evitar un buen momento de hierro, especialmente en los meses más calurosos del año.
Otros consejos para reducir el uso del hierro.
Gracias a este truco basado en el agua y la maicena, no solo podemos ahorrar tiempo y esfuerzo, sino que también podemos ver la reducción del consumo de electricidad, cierta importancia vital en los tiempos.
Como ya hemos mencionado, es importante sacar la ropa de la lavadora lo antes posible y estirar la ropa para evitar que se arrugas más. También debe tener mucho cuidado cuando se trata de atender, siempre tratando de colocar la ropa bien extendida y cuidadosamente al colocar las pinzas. Trate de ponerlos siempre en las áreas de las costuras para evitar que dejen marcas.
También es importante recolectar ropa lo antes posible una vez que se haya secado desde entonces, cuanto más tiempo pase, más se cubrirá. Sobre todo, si el sol le da o hace mucho calor. Con respecto a las camisas y las camisetas t, otra opción que evita tener que plancharlas es colocarlas directamente en perchas al salir de la lavadora.
Hay personas que colocan las perchas en el baño para aprovechar el vapor que se genera con la ducha para eliminar las arrugas, otra opción muy buena, pero más apropiada de los meses fríos, que es cuando normalmente nos duchamos con agua más caliente.
Siempre escuche las etiquetas.
Las etiquetas que llevan las prendas nos dan información muy valiosa sobre los tejidos y la forma de plancharlas y conservarlas. Por ejemplo, si nos enfrentamos prendas delicadas, se recomienda plancharlas al revés para evitar daños y brillar en bordados o adhesivos, si la prenda las lleva.
Adaptar el hierro a la temperatura recomendada en la etiqueta hará que la plancha sea más efectiva, además de proteger el tejido durante más tiempo. Y recuerda siempre lo útil que es Steam. Si su hierro no tiene esa opción, siempre puede rociar la tela con agua, ya que la humedad convierte el gesto de planchar en algo infinitamente más fácil.