Cuando el perro no se deja de ladrar, el propietario mira por la ventana y encuentra un extraño animal jugando en el porche.
Puede haber muchos animales lindos que derriten nuestros corazones tan pronto como pongamos nuestros ojos en ellos. Pero a pesar de su ternura, hay algunos animales indignados que no hay
Puede haber muchos animales lindos que derriten nuestros corazones tan pronto como pongamos nuestros ojos en ellos. Pero a pesar de su ternura, hay algunos animales indignados que no importa lo que no pueda ser domesticado. ¿Qué pasa si uno de esos animales roba el corazón y te queda sin más remedio que tomarlos especialmente uno de esos astutos y astutos?
Una buena mañana
Lupe estaba llamando maravillosamente a su dueño, Kathy (nombre cambió) ayudándola con las tareas diarias y teniendo el mejor momento de su vida. ¿Qué podría ser mejor que un hogar cómodo y un buen dueño? Sin tener la menor pista de lo que se acercaba.
El vínculo
Su dueño y Lupe tuvieron una fuerte conexión. Fue entrenada y solía llevarse bien. Con el paso del tiempo, esta comprensión creció.
La compañía
Kathy solía vivir sola antes de que Lupe estuviera en su vida. Luego, un día después de una gran cantidad de persistencia para encontrar un compañero, al día siguiente, entró en la tienda de mascotas y, mientras sus ojos se encontraron con este cachorro Dachshund; Ella no le dio otro pensamiento antes de adoptar el cachorro.
Perro tejonero
Son conocidos por su naturaleza amigable, pero es difícil creer que estos adorables perros estaban básicamente criados por la caza, pero sin importar la razón, la Lupe cambió su vida, y ella se hizo más amable. Los niños solían venir y jugar con Lupe, y ella solía tratarlos con caramelos a mano.
La mañana
Fue el advenimiento de la caída y un día soleado en octubre, cuando Lupe miró por la ventana mientras solía hacer y tenía un impacto de su vida. No era algo que ella había visto venir por la mañana.
Juguete no está ahí
Lupe estaba obsesionando sobre su nuevo juguete de peluche que Kathy había dotado recientemente. Ella solía tratar el juguete, como su propio cachorro, su afecto hacia el juguete aumentó con días. Ella no dejaría que nadie la tocara y dormía abrazándolo.